Controla tu ira

Todas las emociones son sanas y naturales. Nos informan de lo que está sucediendo y nos ayudan a responder adecuadamente en diferentes situaciones. De hecho, la supervivencia de las especies está garantizada gracias a las emociones. ¿Qué le pasaría a la cebra si no sintiese miedo cuando ve a un león?

Las emociones que sentimos cada día nos dan información muy valiosa. Es difícil detectar cómo calificamos e interpretamos lo que nos pasa (cosa que nos interesa mucho a los psicólogos). Nos resulta más sencillo saber cómo nos hacen sentir determinadas situaciones o determinadas personas. Y eso, nos ayuda a buscar soluciones para cambiar aquello que nos hace sentir tristes o enfadados o a hacer lo necesario para mantener aquello que nos hace sentir felices y tranquilos.

Como en todo, el problema viene cuando nos movemos a los extremos. Sentirse enfadado o con ira puede ser muy sano y da lugar a respuestas adecuadas en una situación determinada. Imagínate que te están tratando de manera injusta, es normal que te sientas enfadado e incluso con ira. Pero si te sientes lleno de ira con frecuencia y eres consciente de que pierdes los estribos y actúas de una manera muy explosiva gritando o dando golpes. En tu caso, las emociones posiblemente no se ajusten a la realidad y no te están haciendo ningún favor.

Normalmente, las personas con un carácter así de explosivo suelen perder relaciones importantes en su vida y pueden tener dificultades para mantener su empleo. Por lo que su felicidad se ve comprometida a causa de sus emociones. Si este es tu caso, puedes probar las siguientes estrategias para controlar la ira antes de que ella te controle a ti.

· Hazte consciente de las señales de alarma: Antes de una explosión de ira suele haber una serie de señales físicas que es útil que identifiques. Tu respiración se acelera, tienes la necesidad de moverte, sientes tensión en los hombros o sientes un nudo en el estómago. Todo esto te informa que estás a punto de explotar, identificalo y actúa en consistencia.

· Evita aquellas personas, situaciones o sitios que desencadenan tu ira: Esto es útil para aquellos que notéis que simplemente os ocurre en momentos determinados. Pueden ser situaciones fácilmente evitables como salir de fiesta y beber unas copas o ir en coche al trabajo. Piensa en diferentes alternativas para evitarlas.

· Haz ejercicio: Es una estrategia que se ha repetido en el blog. Pero los beneficios de ejercicio físico en nuestra salud mental son innumerables. Escoge aquella con la que te sientas más cómodo/a. No tiene por qué ser algo complicado o ‘encerrarte’ en el gimnasio. Con un paseo de media hora a buen ritmo todos los días los resultados ya serán palpables. También existen modalidades de ejercicio como el Yoga que ayudan a relajarte.

· Date diez segundos: Contar hasta diez antes de actuar. Este consejo que tanto nos han repetido nuestros padres es útil. El hecho de concentrarte en contar evita que tu ira siga creciendo y te da tiempo a que te des cuenta de lo que te está pasando. Si al terminar, todavía te notas a punto de explotar, empieza otra vez.

· No guardes rencor: saber perdonar a los demás y,también, saber perdonarte a ti mismo. Todos cometemos errores. Nadie va a actuar exactamente como tu quieres en todas las situaciones ni tu vas a actuar como te gustaría en todas las situaciones. Es útil aceptar que las cosas no van a salir siempre como tu quieres.

· Identifica cuándo necesitas ayuda: Controlar la ira es una tarea difícil. Si tus ‘explosiones’ le hacen daño a aquellos que quieres o te hace hacer cosas de las que luego te arrepientes. Es momento de buscar ayuda especializada.

Si quieres solicitar consulta con nuestra psicóloga puedes pedir cita en el correo: sypcoruna@gmail.com Recuerda que tienes la opción de elegir entre terapia online o terapia presencial en A Coruña ciudad.


4 thoughts on “Controla tu ira

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  2. Lic.Alejandra,Excelente tu artículo,no solo conceptualmente,que lo es por su claridad, sino porque en sí mismo representa un Instrumento Operativo.En el Campo Psi,estamos muy acostumbrados a explicar los como ocurren las cosas,pero muy poco a darles a los Pacientes el Como Afrontarlas y Tratar de Resolverlas,que es lo que precisamente brindás en tu artículo.Muchas gracias por el aporte

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