De niños soñábamos cómo iba a ser nuestra vida. Más allá de ser ‘bombero’ o ‘policía’, muchos teníamos verdaderos planes de cómo nos ganaríamos la vida en el futuro, en dónde viviríamos y cómo pasaríamos nuestro tiempo libre.
A medida que vamos creciendo y nos vamos volviendo adultos esos sueños empiezan a perder claridad y le damos paso a los miedos y a los ‘peros’. Descalificamos nuestros sueños pensando que son imposibles, que necesitamos mucho dinero para hacerlos realidad, que nos llevará demasiado tiempo alcanzarlo o que es muy difícil conseguirlo.
En consecuencia, de adultos, es habitual sentirnos perdidos. No sabemos cuál es el siguiente paso que queremos dar o nos frustramos porque sabemos que no vivimos cómo queremos vivir.
El primer paso para ponernos en disposición de perseguir nuestros sueños es clarificarlos. A veces en nuestra cabeza parece que está todo claro, pero necesitamos ordenarlo sobre el papel. Los sueños que tenemos mientras dormimos son desordenados y confusos. Lo mismo pasa cuando soñamos despiertos, necesitamos ordenarlos y clarificarlos antes de poder empezar a dar los pasos necesarios para alcanzarlos.
Para ello podemos hacernos las siguientes preguntas que nos propone M.Tartakovsky. Te invito a que mientras las lees vayas escribiendo las respuestas en un papel. No hace falta que contestes a todas, sólo aquellas que se adapten a ti.
· Si el dinero no fuese un problema, ¿cuál sería mi rutina diaria?
· ¿A dónde iría?
· ¿Qué haría en casa?
· ¿Con qué ocuparía mi tiempo libre?
· Si tuviese suficiente tiempo, ¿cómo pasaría mis días?
· ¿Qué haría si fuese unos años más joven (o unos años mayor)?
· Si mis fines de semana estuviesen completamente libres, ¿cómo los pasaría?
· Si me pudiese jubilar ahora mismo, ¿qué haría?
· ¿Cómo son estos sueños diferentes a cómo estoy viviendo mi vida actualmente?
Los sueños tienen el poder de motivarnos para arriesgarnos por aquello que queremos. Mantenernos siempre en el mismo sitio hace la vida aburrida y monótona. y, sobretodo, nos llena de frustraciones y arrepentimientos. Este anuncio de Renault refleja muy bien cómo abandonamos nuestros sueños y nos acomodamos.
Todos conocemos a personas que viven acorde a sus sueños. Estas personas desprenden vitalidad y paz. Tienen el poder de inspirarnos y nos invitan a perseguir aquello que siempre hemos querido. Una de estas personas era Steve Jobs, el discurso que dió en la Universidad de Stanford resume su filosofía de vida y cómo consiguió ser uno de los grandes creadores de este siglo.
«Stay hungry, stay foolish»-Steve Jobs
Todos deberíamos perseguir nuestros sueños pero como ya escribí alguna vez…Podemos ver tres tipos de personas:
Hay personas que son felices con lo que tienen, no le piden nada al mundo y se conforman con los que les va cayendo de la diosa providencia. Son los conformistas. Otros se pasan el día soñando con una nueva forma de vida, con un destino diferente o con una serie de comodidades y ventajas paras sus, para ellos, miserables vidas. Pero no hacen nada, solo sueñan. Estos son los soñadores.
Y queda un tercer grupo, los que sueñan, y sueñan tan alto, lo predican a los cuatro vientos, y no les queda otra que perseguir sus metas y aspiraciones, sus deseos, de lo contrario no son capaces de hallar la felicidad. Ellos son los conquistadores.