Durante la mayor parte del año estamos deseando que lleguen las vacaciones. Cada uno de nosotros tenemos nuestros motivos.
Algunxs tenemos una gran curiosidad por conocer a otras personas y/o culturas, con distintos puntos de vista y formas de vivir. A otrxs les gusta desconectar, descansar y, durante unos días, sólo preocuparse de dónde van a tomar el siguiente mojito.
Elijas el tipo de vacaciones que elijas, de todas vas a sacar beneficios que no podrías obtener de otra manera.
1. Mejora la salud física y mental: Es de sobra conocido el efecto que el estrés tiene sobre el cuerpo. Cuando nos vamos de vacaciones y desconectamos conseguimos equilibrar de nuevo nuestro estado de ánimo y relajarnos.
2. Incrementa la creatividad: Estamos muy acostumbrados a nuestra rutina. Cuando viajamos entendemos que no hay una única forma de ver y hacer las cosas. Y que todas son tan válidas como la tuya.
3. Conseguimos interpretar los problemas desde otra perspectiva: Alejarnos de lo que nos preocupa nos ayuda a situarlo de una manera más objetiva y trazar un plan de acción. Descontextualizas el problema y lo ves de un modo más objetivo.
4. Revitaliza nuestro cerebro: El cerebro es plástico. Las nuevas experiencias hacen que se creen conexiones nuevas entre las neuronas. Por eso se ve beneficiado de los pequeños ‘retos’ que le pones diariamente. Tu cerebro se vuelve «más rico», por decirlo de alguna manera. Cuando nos vamos de vacaciones practicas la flexibilidad y tu capacidad de adaptación, habilidades muy necesarias para la vida diaria.
5. Posibilidad de ‘conectar’ con otras culturas: Conocer a personas con una cultura diferente nos ayuda a desarrollar ese sentimiento de ‘fé’ en la humanidad. Ver cómo nos intentan ayudar si nos hemos perdido o necesitamos algo y cómo nos invitan a probar, aprender y entender su cultura.
De esta manera podemos llegar a comprender que todos somos seres humanos con unos valores comunes. Esto es especialmente importante ahora que vemos cómo incrementan los atentados terroristas, como el de Barcelona de la semana pasada, provocados por la ignorancia y la incomprensión entre culturas.
6. Combate los síntomas de la depresión: Cuando viajamos nuestros niveles de serotonina y dopamina aumentan. Se cree que estos neurotransmisores ayudan en la regulación de emociones como la felicidad o la tristeza.
Para obtener los beneficios de viajar no hace falta que sean vacaciones largas o que impliquen un cambio extremo a un país completamente diferente al tuyo. Como explicaba en la colaboración del año pasado con La Voz de Galicia «Si, desconectar es posible» (puedes leerla aquí). No tenemos que ser perfeccionistas con las vacaciones. Vivimos en un lugar privilegiado del planeta y tenemos millones de cosas que ver y hacer aquí cerca. Y, además, no es tanto el tiempo que pasas de vacaciones si no de cómo lo aproveches.
El ser humano es perfeccionista hasta para irse de vacaciones. Saboteando nuestro disfrute y dificultando la obtención de los beneficios que podríamos sacar si fuésemos un poquito más realistas.
Os dejo dos artículos que ilustran cómo evaluamos nuestra vida. Sobretodo la generación que han bautizado como Millennials, con un nivel de exigencia difícil de alcanzar y mantener. Esa evaluación es extrapolable a las vacaciones y a los hobbies que elegimos:
· «Ser normal no está de moda»: (Clica aquí para verlo)
· «¿Por qué estoy agotado si sólo tengo 30 años?: (Clica aquí para verlo)
Parece que si no haces un viaje largo o no te vas más de cuatro días ya no son ‘vacaciones’. Una pequeña escapada de fin de semana también te aporta los beneficios que mencionamos arriba. Así que déjate de exigencias sinsentido y a disfrutar 😉
One thought on “¿Por qué viajamos? 6 beneficios psicológicos de cogerte unas vacaciones”
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